Nosotros dejamos el coche en un parking que hay al lado del rio, lo primero que te encuentras en el camino es una cuestecilla para calentar, pasas por unas casas semi-derruidas, donde hay unos perros y cabras.
seguimos andando por el camino, mirando hacia adelante veremos la montaña que nos espera, subida, subida y mas subida.
Llegas a un cartel de madera que te indica las rutas a seguir, laguna grande hacia la izquierda (SE) y la de las 5 lagunas a nuestra derecha (SO). Vamos en dirección de las 5 lagunas.
Seguimos dale que te pego a las piernas siempre con el arroyo a la derecha y en subida hasta llegar mas o menos enfrente del risco redondo, a partir de ahi y hasta el refugio de la barranca sera todo subidas y bajadas poco pronunciadas lo que deja descansar al cuerpo y con las maravillosas vistas de la foto.
Cuando terminan las subidas y bajadas encontramos el refúgio de la Barranca a unos ocho km. y medio o nueve desde que empezamos la ruta. Es un refugi que está bastante limpio, pues la gente que suele ir lo cuida, encontrando incluso algo de madera ya apilada, algo de aceite y con suerte un poco de vino.
Hasta aquí, el recorrido ha sido bastante fácil, despues de parar 5 minutos hay que atarse bien las botas, pues llega una subida por detras del refugio bastante pronunciada, siguiendo los numerosos hitos que hay. Cuando llegamos arriba las vistas hacia lo que habiamos subido eran geniales.
A partir de aquí el arroyo empieza a sonar con mas fuerza y nos podremos encontras con imagenes como esta.
Continuamos avanzando, (siguiendo los hitos) por rocas grandes y resbaladizas hasta llegar a una lagunita, la laguna de Majalaescoba.
Alcanzamos el arroyo del rebosadero de las lagunas por nuestra izquierda, y empezamos a trepar guiados nuevamente por hitos y paralelos al arroyo, después de este tramo matador alcanzamos la primera de las cinco lagunas, la laguna bajera.
La vordeamos y seguimos subiendo, en seguida alcanzamos la Laguna Galana la segunda de las cinco.
Subiendo un poco más, como no, llegamos a la tercera, la Laguna Medianera, y un poco más arriba llegamos a la penúltima laguna, la Laguna Doncella
Seguimos subiendo y al final llegamos a la última laguna de las cinco, la Laguna Cimera, la más grande de todas, teniendo unas magnificas vistas de las demás lagunas.
Esto es lo que vemos.
Después de bañarnos en ese agua cristalina y helada, tan helada que cuando entras se te corta la respiración y de comer algo para reponer fuerzas decidimos seguir con nuestro camino, para llegar a dormir antes de bajar a la laguna grande, pues bien, subimos por la cuesta que se ve en la foto de abajo, que empieza donde casi toca la nieve el agua de la laguna. Impresionante.
En dicha cuesta tuvimos que parar una vez a descansar, pues es empinada de cojones y larga.
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